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Bach Santiago recibe al Coro de Cámara UC y Estudio MusicAntigua UC: Gerard Ramos y Sergio Candia revelan claves de la colaboración artística

23 de septiembre de 2023


Será la tercera vez en la cual actuarán juntos el Coro de Cámara UC y Estudio MusicAntigua UC. El domingo 1 de octubre ofrecerán la trigésimo sexta entrega del Ciclo Bach Santiago. Aquí, ambos profesores explican cómo trabajan juntos los dos conjuntos estables del Instituto de Música UC, buscando ser fieles a la manera en que el propio Johann Sebastian Bach abordó las dos cantatas que interpretarán: BWV 106, Actus Tragicus, y 198, Dirige, princesa, una mirada. Dos obras funerarias que difieren en estilo, indican, pero que son igual de esperanzadoras.

Con dos obras fúnebres de Johann Sebastian Bach, continúa el domingo 1 de octubre el monumental proyecto que inició en 2018 el recordado profesor Víctor Alarcón y que convertirá a Santiago en la primera ciudad latinoamericana en la cual se interpretarán todas las cantatas del célebre compositor alemán.

En la vigésimo sexta entrega del Ciclo Bach Santiago, actuarán juntos el Coro de Cámara UC y Estudio MusicAntigua UC, con la dirección general del profesor Gerard Ramos. Se interpretarán las cantatas BWV 106 La hora de Dios es la mejor de todas, conocida como Actus Tragicus, y BWV 198 Dirige, princesa, una mirada. Los solistas vocales serán la soprano Consuelo Escudero, la mezzosoprano Camila Aguilera, el tenor Francisco Espinoza y el barítono Esteban Sepúlveda.

Este concierto se realizará a las 18 horas del domingo 1 de octubre en la Parroquia La Anunciación (Pedro de Valdivia 1860, esquina Bilbao) y las inscripciones gratuitas se realizan aquí. Además, será transmitido en vivo en musica.uc.cl.

Será el segundo concierto que dirigirá en el ciclo el profesor Gerard Ramos, tras su debut, hace un año. "Se nota que hay una tradición de tocar Bach", comenta al respecto de esa experiencia.

"Esta ocasión va a ser súper especial porque tengo el privilegio de ponerme delante del Estudio MusicAntigua UC, que cumple 30 años y celebra su aniversario con este concierto; voy a tener el privilegio de dirigir estas dos cantatas con un grupo de personas expertas en la música de este periodo y que tocan y piensan la música con mucho criterio y mucha responsabilidad histórica", señala Gerard Ramos.

 ¿Qué es lo que aporta la mirada de un conjunto como Estudio MusicAntigua UC a la entrega del Ciclo Bach Santiago, a su juicio?

"Creo que una interpretación con criterio de la música y basada en la información que da la partitura puede ser una buena versión. Hoy en día ya estamos todos bien influenciados por la práctica históricamente informada, pero aun así sigue sucediendo que nuestra manera de interpretar está muy orientada por criterios de fraseo y articulación románticos y postrománticos de la música de fines del siglo XIX y del siglo XX. Entonces, el hecho de acercarse a la música del siglo XVII y del siglo XVIII con una mirada basada en la literatura y en las prácticas interpretativas propias de la época nos da una versión mucho más fresca de esa música. Es decir, logramos rescatar mejor lo genuino que tiene esa música".

Siendo que su especialidad es en dirección coral, y ha sido su trabajo hasta ahora, ¿cómo es para usted el ejercicio de la dirección general que involucrará no sólo al Coro de Cámara UC, sino también un elenco instrumental, como Estudio MusicAntigua UC?

"En el siglo XVIII, y especialmente en la escritura de compositores como Bach, tenemos que tener en cuenta que la música que se escribe aún es eminentemente vocal. ¿Qué significa esto? Que aunque haya partes instrumentales obligadas, es decir que sí o sí tienen que estar y tienen que ser tocadas por un instrumento 'equis', la misión principal de los instrumentos aún es acompañar a las voces. Y el tipo de lenguaje con el que están escritas estas líneas instrumentales y lo que subyace esta escritura, que es la teoría de los afectos y la retórica, es algo que está pensando básicamente para la música vocal. Entonces, para un director coral como yo, es relativamente fácil acercarse a la dirección de este tipo de obras que aún son obras eminentemente vocales, con acompañamiento instrumental. Por otra parte, Sergio Candia ha preparado la orquesta con un nivel de detalle altísimo, por lo que mi trabajo se va a centrar en hacer una propuesta musical general. El trabajo fino con la orquesta ya está hecho".

La orgánica, aclara Gerard Ramos, será reducida, pues se ceñirán "a lo que sabemos respecto de cuál era el elenco vocal de Bach en Leipzig. Sabemos que Bach contaba siempre con un buen solista por voz para interpretar sus cantatas y le gustaba tener, si era posible, dos ripienistas, por si uno fallaba. Es decir, en el mejor de los casos él podría tener tres personas por cuerda, una de las personas interpretaba los solos, y las otras personas ayudaban a crear un poco más de volumen. Por eso estamos trabajando con un ensamble del Coro de Cámara UC que consiste de 12 coristas; tres por cuerdas y uno de estos tres, igual que se hacía en la época, va a ser el solista. Ahora bien, tenemos dos plantillas instrumentales muy distintas para las dos cantatas, porque el Actus Tragicus, la Cantata 106, tiene una orgánica muy pequeña, que consiste solamente de dos flautas, dos violas da gamba y el continuo, mientras que la Cantata 198 tiene muchas más partes obligadas; tiene dos flautas, dos oboes, dos violines, una viola, dos violas da gamba y laúdes obligados y el continuo. Así que son cantatas con una instrumentación muy distinta, que responde a la situación y el momento en el que fueron escritas".

Será la tercera ocasión en la cual actuarán juntos los dos elencos estables del Instituto de Música UC, como recuerda el profesor Sergio Candia, codirector de Estudio MusicAntigua UC, quien estará a cargo de la dirección instrumental del programa.

"Hace ya más de 20 años hicimos también la Cantata 106 con el Coro de Cámara UC dirigido por Jaime Donoso y hace poco menos de 6 años colaboramos con el Coro de Cámara UC en la Messe de Minuit para el día de Navidad, de Charpentier, que hicimos bajo la dirección de Alejandro Reyes para el Concierto de Navidad UC", detalla.

Sergio Candia fue quien invitó a Gerard Ramos a participar en el concierto Bach Santiago 36. Como Estudio MusicAntigua UC, indica el flautista, "siempre estamos buscando oportunidades de colaborar con otros elencos estables de Música UC. Dado que Gerard Ramos es el nuevo director del Coro de Cámara UC, y que tiene un particular afición a la música de Bach, estamos asociándonos para construir en conjunto una versión de estas obras".

El profesor Candia asegura que "hemos trabajado muy de acuerdo en cuanto a la orientación interpretativa y esperamos un muy buen resultado de esta asociación. También se han sumado al conjunto instrumental del Estudio MusicAntigua UC varios colegas y exalumnos que colaboran habitualmente con nuestro conjunto y que tocan los instrumentos requeridos en estas dos cantatas".

Será la segunda vez de Estudio MusicAntigua UC en Bach Santiago. El debut del conjunto en el ciclo fue en octubre de 2021, en el primer concierto, desde el inicio de la pandemia, que pudo retornar el público presencial al Campus Oriente UC. "Fue una experiencia doblemente emocionante por eso, y el resultado musical fue muy bueno", recuerda Candia.

Ahora también hay un elemento emotivo muy relevante, revela el flautista. "Resulta emocionante y un honor para nosotros hacer la Cantata 106, Actus tragicus, que hicimos hace casi 30 años atrás con Víctor Alarcón y el Coro de Estudiantes UC. Fue el primer trabajo con obras de Bach que hicimos con Víctor. Pocos días antes de inaugurar el proyecto Bach Santiago, Víctor me anunció que quería que nosotros hiciéramos algunas cantatas en particular, entre las que me mencionó la cantata BWV 106, que habíamos hecho juntos tantos años atrás", revela Sergio Candia.

¿En qué medida el hecho de que el Estudio MusicAntigua UC se dedique a la interpretación históricamente informada aportará con un punto de vista, una sonoridad, en el concierto Bach Santiago 36? 

"Creo que justamente a esto apuntaba Víctor Alarcón con su comentario. Estas cantatas requieren de un orgánico instrumental bien particular y que fue empleado por Bach específicamente en cantatas funerarias y en obras asociadas a la pasión y muerte de Jesucristo. Según su formación musical de tradición luterana, las sonoridades de la flauta dulce y las violas da gamba, que comúnmente usaba en pares, se relacionan con el viaje espiritual después de la muerte y las 'voces' celestiales. También se adecúan muy bien a la 'pintura sonora' de los lamentos y los llantos y, en combinación con los violines y los oboes, a la luminosidad de la gloria celestial. Tanto la instrumentación como las articulaciones definidas por Bach para cada sinfonía, cada aria y cada coral de estas cantatas tienen muy en cuenta el poder representativo de estos instrumentos en relación con el texto y las descripciones de la trama dramática que se despliega en estas cantatas. Son pequeñas obras de teatro sacro, al modo del oratorio barroco, que es una especie de teatro con escenas puramente sonoras y que buscan mover al auditor a la conmiseración y la reflexión sobre las eternas y fundamentales cuestiones de la existencia humana como camino hacia la vida eterna, después de la muerte terrenal". 

Gerard Ramos y Sergio Candia coinciden en que las dos cantatas de Bach se interpretarán tienen en común ser obras fúnebres, pero difieren radicalmente en su estilo.

"Más allá de ser ambas fúnebres, no tienen nada en común", indica el director del Coro de Cámara UC. Señala que varias décadas separan la escritura de ambas y que la BWV 106 es austera, mientras la BWV 198 tiene una mayor instrumentación y es particularmente extensa.

Sergio Candia indica que "si bien ambas cantatas se refieren a la misma temática funeraria hay también notorias diferencias estilísticas entre ambas. La cantata 106 es una obra de juventud, escrita por Bach cuando tenía 22 años, y que tiene una unidad  formal asombrosa y muy ajustada a la tradición musical luterana del siglo XVII, la que era practicada por todos los ancestros músicos de Bach y por quienes fueron sus maestros en el arte de componer cantatas y polifonía sacra en la Alemania de esos tiempos. Se trata de una cantata propiamente sacra, esto es, una oración en música cuyo discurso se ajusta del todo a los objetivos piadosos definidos por el propio Lutero".

Lo complementa Gerard Ramos: "La cantata 106 tiene un libreto basado en textos de corales de Lutero, dos otros autores y partes de la Biblia. La primera parte de la cantata narra la manera de ver la muerte y la relación con Dios en el Antiguo Testamento, y la segunda parte trata del Nuevo Testamento. Entonces en la primera parte de la cantata vemos una relación del hombre con Dios a través de los sacrificios, y en cambio en la segunda parte vemos este nuevo lazo que promete el Nuevo testamento, que es el lazo de del amor y de la salvación a través de la figura de Jesucristo".

Esta cantata, señala el director, fue pensada para ser ejecutada de principio a fin, como una sola gran obra. En cambio, apunta Gerard Ramos, "la cantata 198 tiene dos partes que tienen que ver con el contexto en el que se estrenó, que fue en la celebración académica de la muerte de la electora de Sajonia, Christiane Eberhardine, la mujer de Augusto el fuerte, en la Universidad de Leipzig. Se estrenó en dos partes con una homilía de por medio".

Asimismo, indica el profesor Ramos, "la Cantata 198 no es completamente sacra; sus textos son profanos. Por lo tanto es una oda funeraria y con un contenido de un espíritu fuertemente protestante. Es un homenaje a esta princesa que fue la defensora del protestantismo en Sajonia, puesto que su marido tuvo que convertirse al catolicismo para anexar el reino de Polonia. Ella fue la que se mantuvo como bastión de la fe protestante en Sajonia".

Igualmente Sergio Candia destaca características maduras de la Cantata 198. En ella, explica, "se evidencia el otro Bach, con una temática laudatoria puesta en el formato de la cantata pero con la aplicación de una serie de recursos composicionales, por así decirlo, más modernos, que Bach había estado trabajando durante su estadía en la corte afrancesada de Köthen, entre 1717 y 1723. De allí que aplique formas propias de la suite francesa y de ciertos recursos de la tragédie lyrique, como una sinfonía con figuras rítmicas puntilladas, al modo de la obertura de Lully, o un coral final estructurado en la forma de una giga, además de varios recursos de teatro musical o estilo representativo, como la simulación del sonido de campanas tañendo lastimeramente, o figuras melódicas en los violines que representan los gemidos, la caída de lágrimas y el ondular del agua de los ríos que cruzaban las comarcas que eran propiedad de la princesa electora de Sajonia, Christiane Eberhardine, a la que fue dedicada la cantata". 

Sergio Candia en concierto con Estudio MusicAntigua UC: Foto: Música UC.

El director de Estudio MusicAntigua UC resume: "Ambas fueron escritas para ocasiones de conmemoración funeraria y están elaboradas en el estilo representativo o teatral sacro, sobre la base de una serie de convenciones de retórica musical, y que describen mediante diversos recursos composicionales e instrumentales el sentido evangélico de la muerte, en el caso de la cantata 106, y las diversas emociones asociadas a la pérdida de una monarca virtuosa, en el caso de la cantata 198. No obstante, ambas obras están llenas de luz y un sentido esperanzador que Bach traduce maravillosamente en su música".

 

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