Antonio Hasbún, Florencia Novoa y Nicolás Ahumada: estudiantes y recientes egresados de Música UC cosechan premios de composición

17 de enero de 2023


Tres premios han obtenido en concursos nacionales de composición jóvenes creadores que aún están estudiando en el Instituto de Música UC o han egresado recientemente. Antonio Hasbún, Florencia Novoa y Nicolás Ahumada relatan sus experiencias y revelan sus futuros planes.

En septiembre pasado, Antonio Hasbún González (Santiago, 1999) conquistó el primer premio en el Concurso de Composición del Festival MusicAhora de La Serena. Por ello, su obra Ese pequeño toldo azul al que los presos llaman cielo será estrenada en la próxima edición del festival de música contemporánea de la Universidad de La Serena.

“Para mí, esto es increíble”, comenta Hasbún González, quien desde 2019 estudia guitarra con José Antonio Escobar, en el Instituto de Música UC. Asimismo, acaba de egresar de Composición también en Música UC. En ambas carreras ha tenido la beca de honor.

Lo más complejo en este trabajo, indica su autor, fue el salto desde componer para ensamble a una orquesta entera. “Eso te obliga a escribir con mucho menos detalles en ciertas cosas, lo que hizo que me preguntara por qué no podría hacer ciertas inflexiones, y traté de buscar un tipo de escritura detallado que permitiera el desorden dentro de la orquesta”, señala.

“La idea extramusical es de una cita de La Balada de la Cárcel de Reading, de Oscar Wilde, que tiene ver con el encierro: la obra fue compuesta en pandemia. Parte desde lo agudo y desde lo sucio y se va limpiando un poco; siempre tiene algo ascendente, pero como que siempre cae. Fue, más que nada, intuitivo, y también influyó mucho un tremendo compositor que estaba escuchando harto entonces, Christophe Bertrand”, asegura Hasbún González.

Antonio Hasbún González.

Ya en su primer año de estudios, se estrenó su primera obra, Beyt Lahm, en un evento organizado por alumnos. Su obra Es Ti PI fue programada en el XXX Festival de Música Contemporánea UC y fue estrenada a fines de 2021 por el Ensamble Contemporáneo UC que dirige Aliocha Solovera (ver registro aquí). “Para mí, esto fue un quiebre, porque teníamos una pandemia entre medio, no estaba escuchando nada de lo que hacía, estaba postulando en concursos, saqué una mención honrosa en Londres, y ésa era la interacción que tenía. En cambio, Es Ti PI la pude escuchar”, comenta Antonio Hasbún.

Antonio Hasbún González: "No me gustaría tener que elegir entre la composición y la guitarra, ojalá no sea necesario, porque creo que se complementan".

Antonio Hasbún también ha sido seleccionado como intérprete para ser parte de la programación del Instituto de Música UC. Fue el encargado de abrir el Ciclo Intérpretes del Siglo XXI.

¿Se ha hecho la pregunta de si va a tener que elegir la composición o la guitarra?

“Sí, harto. No me gustaría tener que elegir, ojalá no sea necesario, porque creo que se complementan. Ahora estoy priorizando más la guitarra, por una cosa de la edad, de la técnica y de generar más repertorio. Si bien estoy haciendo ayudantías de composición y eso me tiene activo, pensando, no estoy componiendo, sino que estoy estudiando cosas como electroacústica también, que es algo en lo que me gustaría profundizar más”.

Igualmente, Antonio Hasbún González tiene proyectos como compositor: “Este semestre quiero montar con la saxofonista Karem Ruiz una obra de 2019, Morse”. También tiene en mente especializarse en el extranjero. He pensado en Francia, sobre todo porque está el Ircam allá, también en Estrasburgo, que es donde estudió Betrand, y en Lyon”, reconoce.

Para él, no fue sencillo apostar por la música al salir del colegio. “No estaba muy decidido a estudiar composición, me costó. Iba a entrar a Derecho en la Chile, pero a último momento dije 'Si no entro a música, me voy a arrepentir’, puse composición y entré para probar”, recuerda.

Su experiencia con su primer profesor de Composición, Miguel Farías, lo motivó tanto, que “en el segundo semestre ya no podía estudiar otra cosa”. Ese maestro les recomendaba aprender también con otros profesores, así que también estuvo un tiempo con Aliocha Solovera antes de volver con Farías. “Con Miguel te pueden salir ideas muy buenas, pero Aliocha me ayudó mucho a ordenar la cabeza; es más duro en la escritura, entonces había que ser más preciso”.

Asimismo, decidió estudiar guitarra “porque hay muchas cosas que uno puede componer pensando, teóricamente, pero tener el punto de vista del intérprete es bien bueno para tratar de escribir algo que sea idiomático e interesante”.

Florencia Novoa: "Me he dado cuenta de que lo más importante en esta etapa es atreverse a explorar, que no es necesario ser consecuente o tener un estilo definido, sino ser sincera en la búsqueda de aquello que me haga sentido".

Florencia Novoa (Santiago, 1999) acaba de egresar de Composición en el Instituto de Música UC, y fue recientemente premiada. Obtuvo el segundo lugar en el IX Concurso de la Orquesta Marga Marga y su obra, Cachipún, fue estrenada en la final de ese certamen, en el Palacio Vergara, por esa agrupación y su director Luis José Recart (ver registro aquí).

“La compuse en 2020, originalmente para orquesta de cuerdas y violín solista, y nunca me terminó de convencer. Así que saqué el violín solista, la seguí trabajando y la envié”, cuenta Novoa. “Lo más más valioso, para mí, fue tener una orquesta de cuerdas que interpretara la obra, porque creo que la mejor forma de aprender es escuchar”, agrega.

Florencia Novoa no asistió a la final del Concurso de la Orquesta Marga Marga porque tenía ese día una audición, como cantante, para una beca. De hecho, al Instituto de Música UC ingresó en el ciclo básico de canto lírico y está en la etapa final de esos estudios. En paralelo estudió composición, con el profesor Miguel Farías.

No quiere, por ahora, decidirse entre el canto y la composición. “Idealmente me gustaría seguir haciendo las dos cosas, y eso ha sido lo más difícil de compatibilizar. Pero sí o sí mi objetivo es mantenerme haciendo las dos cosas, porque para mí ambas influyen demasiado en la otra. Me veo como ambas”, asegura.

En el XXX Festival de Música Contemporánea UC, en noviembre de 2021, se programó una obra de Florencia Novoa. Spoiler, para trompeta, saxofón, guitarra eléctrica y contrabajo (ver registro aquí).

“Esa experiencia fue muy buena porque pude trabajar directamente con los intérpretes, asistir a los ensayos, montar la obra, entonces aprendí muchísimo. Tuve varias oportunidades de escucharla en vivo y con los intérpretes incluso arreglamos algunas cosas, lo que también para mí es muy importante”, dice Florencia Novoa.

“La idea de Spoiler es que se puede elegir la forma o sea, tiene distintas secciones que uno puede ir escogiendo cómo van, y ese trabajo con los intérpretes fue muy interesante. Saber su opinión, saber si esa idea funcionaba”, profundiza.

Florencia Novoa

Para ella, no fue difícil decidir qué estudiar al salir del colegio: “Tengo familia música, siempre quise estudiar música, desde muy chica. A lo único que me enfrenté un poco en mi familia fue que como me iba bien en el colegio, esperaban que hiciera otra cosa, pero no les sorprendió que yo estudiara música”.

Incluso sabía que entraría al Instituto de Música UC. “Como yo tenía familia que estudiaba composición la Universidad Católica, desde muy chica sabía dónde quería estudiar. Lo que más valoro es haber estudiado con Miguel Farías, pues siempre me permitió explorar mis ideas y mis inquietudes. No me frenó en tratar de buscar cosas distintas, para así buscar un camino dentro de la composición”, dice, enfática.

Entre sus próximos proyectos como compositora, está el próximo estreno de una comisión que le hizo uno de los Coro Escuela BAJ, de Balmaceda Arte Joven. Además, está trabajando en otra obra coral que le encargaron y tiene proyectos de obras solistas con el oboísta José Luis Urquieta y con el guitarrista Raimundo Luco, además de una obra orquestal.

Ya está haciendo clases en la Escuela de Música de Uniacc. “Me gustaría seguir estudiando composición, idealmente encontrar algún lugar donde pueda hacer las dos cosas, es decir, formar parte de algún ensamble y trabajar música contemporánea, para seguir cultivándome como intérprete en esa área, que es la que más me interesa. Además, quiero seguir investigando, hacer cosas ojalá lo más distintas posibles, para ir viendo hacia dónde va la cosa, soy muy chica como para tener un estilo propio todavía”, reconoce Florencia Novoa.

"A lo largo de lo que he ido trabajando, me he dado cuenta de que lo más importante en esta etapa es atreverse a explorar. Creo que no es necesario ser consecuente o tener un estilo definido, sino ser sincera en la búsqueda de aquello que me haga sentido. Ese sentido puede cambiar, todo el tiempo, y eso está bien, de hecho creo que es incluso más valioso así”, profundiza.

Justamente, en el XXXI Festival de Música Contemporánea UC, en noviembre pasado, fue parte del estreno de Cavalier Seul de Daniel Osorio y del estreno en Chile de Vert de Pablo Vergara,  como integrante del Taller música Contemporánea UC que dirige Pablo Aranda (ver registros aquí). “Fue muy lindo estar en 2021 como compositora y en 2022 como intérprete”, cierra Novoa.

Nicolás Ahumada: "Uno de mis objetivos siempre es que la música sea accesible, incluso ‘oreja’, pero al mismo tiempo interesante, usando recursos de la música contemporánea, que puede ser algo bello también".

Nicolás Ahumada Yávar (Santiago, 1997), egresó de Composición en el Instituto de Música UC hace poco más de un año. Cuando aún estaba estudiando, en 2019, conquistó el tercer premio en el Concurso de la Orquesta Marga Marga, por su obra Leguas más allá del mar. Al año siguiente, obtuvo el primer premio en el Concurso del Festival MusicAhora de La Serena por su obra Kamikaze, que fue estrenada en 2022 por la Orquesta Sinfónica de La Serena y bajo la batuta de Helmuth Reichel (ver nota aquí). “Kamikaze fue mi obra de egreso de Composición”, indica Ahumada Yávar.

Ahora, a fines de octubre, Nicolás Ahumada conquistó el primer premio del Concurso Luis Advis con Sun, lo suave, el viento, que fue estrenada en la final del certamen por la Sinfónica Universidad de La Serena y la directora trasandina Natalia Salinas. En esa final, participaban, además Gabriel Kaure y Alejandro Guarello, figura fundamental de la música chilena (ver registro aquí).

“La experiencia de la final del Luis Advis con Alejandro Guarello y con el otro finalista fue muy interesante. Fue un aprendizaje inmenso porque yo estaba en la misma sala cuando estaban ensayando la obra de Alejandro Guarello ,y él cuando estaban ensayando la mía, así que aprendí muchísimo de cómo él trabaja con la orquesta. Y como es mi segunda vez trabajando con la orquesta, en los ensayos pude decir más cosas y trabajar de mejor manera. La directora, Natalia Salinas, entendió súper bien la obra y pudimos conversar acerca de mis ideas, de cómo hacerlas de menor manera”, recuerda Nicolás Ahumada.

Además, da luces sobre el proceso de creación de Sun, lo suave, el viento. “Disfruté mucho componerla; tenía la idea muy clara. Quise retratar el viento en cuanto a lo esporádico que es su movimiento y las maneras de manifestarse; puede ser largo, corto, hacia arriba, hacia abajo, repentino, puede ser constante o simplemente puede no haber viento. Eso fue el motor para empezar a componer. Otro de mis objetivos siempre es que la música sea accesible, incluso ‘oreja’, pero al mismo tiempo interesante, usando recursos de la música contemporánea, que puede ser algo bello también. Entonces usé recursos armónicos y deformaciones tímbricas, pero todo con un fin de retratar algo, de manera que la música sea alusiva y no necesariamente te diga lo que pensar”, detalla.

Nicolás Ahumada.

Los premios, indica Nicolás Ahumada, “son un tremendo honor y un privilegio. Creo que es importante para mí y para mi carrera el impulso que genera este concurso; a raíz de Kamikaze tuve un encargo para trabajar con distintos músicos, entre ellos José Luis Urquieta, quien me encargó una obra para su serie Nuevos aires chilenos para oboe”. Se refiere a Destellos, que el célebre oboísta estrenó en México en septiembre pasado (más información aquí)

“Y después, a raíz del Luis Advis, el director Rodolfo Fischer me encargó una obra para la Orquesta de Cámara de Valdivia. Me motiva muchísimo saber que mi música le gusta a mis colegas y a la gente que la escucha, y poder seguir trabajando en eso, porque es un mundo difícil para los recién egresados”, agrega. El estreno de esa nueva obra orquestal será en Valdivia, el 12 y 13 de mayo.

¿Cómo fue para usted el proceso de decidirse a estudiar composición?

“Decidí estudiar composición porque me gustaba mucho hacer canciones y mi sueño era ser productor, como lo fue George Martin de Los Beatles. Sabía que necesitaba una formación clásica, como la tuvo él, para poder lograr algo parecido. Sin embargo, no conocía nada de música contemporánea antes de eso y fue una especie de shock haber entrado a este mundo, pero al mismo tiempo fue maravilloso y me abrió la mente de una forma impresionante”.

Al ingresar al Instituto de Música UC, dice, sólo conocía un poco de los clásicos y, del Siglo XX, hasta Stravinsky y Shostakovich. “Pero desde el Serialismo Integral en adelante, no conocía nada”.

Estudió principalmente con Miguel Farías, pero también con Aliocha Solovera y con Pablo Aranda. Entre sus planes inmediatos está el grabar en un disco las obras de cámara que compuso durante sus estudios y hacer un posgrado. “He estado mirando hacia en Europa, en específico hacia Francia, definitivamente es un plan que quiero que suceda”, señala.

En paralelo, trabaja con su banda Oliva, que integran compañeros de la UC y con la cual ya grabaron su primer disco, Alcaraván.  “Ahí aplico harto los arreglos instrumentales, entonces voy entrenando ese sueño que fue el motor de por qué empecé a estudiar”, cierra Nicolás Ahumada.

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