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La Furia del Ermitaño y Fragmentos para Miguel: dos nuevos estrenos del Ensamble Taller de Música Contemporánea UC

24 de agosto de 2022


En el concierto de clausura del X Encuentro Internacional de Compositores y Compositoras, el conjunto estable del Instituto de Música UC ofrece el estreno absoluto de un teatro de sonidos comisionado a Manuel Contreras Vázquez y de una obra escénica de Pablo Aranda, quien estará a cargo de la dirección. Aquí, los compositores y la directora escénica Carolina Sagredo revelan las claves de las creaciones que se estrenarán en el Centro Cultural GAM el 28 de agosto.

El Ensamble Taller de Música Contemporánea UC, que dirige Pablo Aranda, concretará finalmente un proyecto que fue pospuesto por razones pandémicas. El domingo 28 de agosto, este conjunto estable del Instituto de Música UC, más invitados, ofrecerá el estreno absoluto de una obra que le comisionó a Manuel Contreras Vázquez, como parte de un proyecto financiado por la Fundación Ernst von Siemens.

La creación se titula La Furia del Ermitaño y el compositor residente en Italia ha podido participar en la preparación de la puesta en escena pues se encuentra presencialmente en nuestro país, invitado por el X Encuentro Internacional de Compositores y Compositoras UC. “Logramos que la venida de Manuel Contreras a Chile coincidiera con el estreno de su obra”, destaca Pablo Aranda, director del encuentro y académico del Instituto de Música UC.

Porque ahora, en el concierto de cierre del X Encuentro Internacional del Encuentro Internacional de Compositores y Compositoras, se estrenará La Furia del Ermitaño. Será a las 19 horas del 28 de agosto en el Centro Cultural GAM (Alameda 227), con aforo de 256 personas y acceso liberado, por orden de llegada. Además, se ofrecerá el estreno absoluto de Fragmentos de Miguel, obra escénica de Pablo Aranda. El concierto cuenta con apoyo del Goethe Institut, del Centro Cultural GAM y de Música UC.

Concierto previo del Ensamble Taller de Música Contemporánea UC en el GAM. Foto: Música UC.

“En 2019, nosotros encargamos dos óperas de cámara a los compositores Manuel Contreras y Daniel Osorio, que viven en el extranjero, para el Ensamble Taller de Música Contemporánea y para ser estrenadas oficialmente en el Encuentro Internacional de Compositores 2020. Esto se suspendió por la pandemia, pero este domingo se va a estrenar una de ellas que es La Furia del Ermitaño, y la otra obra se estrenaría en noviembre de este año dentro del Festival de Música Contemporánea UC”, explica Pablo Aranda.

“Manuel viene hace rato trabajando obras escénicas y con temáticas particulares, bastante locales. Nos interesó mucho la idea de poner en escena esta historia sobre lo que se conoce como el ermitaño de las Chircas. Es una historia bastante popular, me recuerdo haber visto a ese señor justamente en la cuesta, y siempre me contaban historias de él, de la vida que tenía, que había sido una persona de una profesión conocida y que aparentemente había decidido dedicarse a vivir esta vida de ermitaño. Aparte de esta temática, también nos interesa que Manuel Contreras viene haciendo propuestas escénicas que están muy cercanas a la instalación visual. Es decir, no hace una escenografía de lo que sería una ópera clásica, sino que trabaja con artistas visuales, pensando en una intervención mínima del espacio”.

Ensayo de invitados y el Ensamble Taller de Música Contemporánea UC. Foto: Manuel Contreras Vásquez.

El compositor Pablo Aranda destaca que Manuel Contreras Vásquez trabaja con texturas sonoras en esta nueva obra. “De alguna manera, son texturas rugosas y que están relacionadas directamente con los raspados de las cuerdas, con trabajar la sonoridad del arco, pero no de la manera tradicional en el caso de las cuerdas”, indica.

Concierto previo del Ensamble Taller de Música Contemporánea UC. Foto: Música UC.

El Ensamble Taller de Música Contemporánea UC lo integran Karina Fischer en flauta, Dante Burotto en clarinete, Gerardo Salazar en percusión, Fernanda Ortega en piano y Miguel Ángel Muñoz en violín. Se sumarán los invitados Carolina Sagredo como actriz y en dirección escénica; Florencia Novoa y Javiera Lara en voces, Joaquín López en percusión, Francisca Reyes en violonchelo, Paola Muñoz en flauta Paetzold. El diseño sonoro será de Paulo Rojas; la producción, de Andrés Núñez y la dirección general, de Pablo Aranda.

Manuel Contreras Vásquez: “En La Furia del Ermitaño imaginé tímbricamente como una fragmentación sonora procesos de la esquizofrenia como las alucinaciones y las voces internas”

Manuel Contreras Vázquez (1977) se formó como compositor con Alejandro Guarello y Pablo Aranda en el Instituto de Música UC, y vive en Italia. Tiene una activa y reconocida producción; ganó el primer premio del Concurso Luis Advis en 2014 con Warutiñtan, y el Premio Pulsar en 2020 por Aswalaq, Zoos Humanos, teatro de voces que estrenó en 2018 en el Parque Cultural de Valparaíso y que se ha remontado en Génova y Milán.

“Estando en Italia hace 16 años, mi mirada tiende cada vez más hacia Chile en las temáticas de las obras que hago”, señala. Ahora, decidió trabajar en torno a una figura real y que falleció hace 25 años por hipotermia: Luis González, quien vivió durante varias décadas en la cuesta de las Chircas, en Llay-Llay, Región de Valparaíso, bajo una carretera.

Fotografía histórica.

“Navegando en internet, vi la foto y me acordé de cuando era chico. Habré tenido nueve años y pasando por la cuesta de las Chircas a veces se veía a este personaje en la carretera. Para mí era una visión monstruosa, porque veía a un anciano lleno de harapos, con unas bolsas colgando, que eran las que le daban los camioneros”, rememora Manuel Contreras Vázquez. “El otro tema que aparece es el de la locura. Muy probablemente este personaje, al que le decían Juanito, fue un esquizofrénico, y vivió ahí durante al menos 30 años”, señala.

Manuel Contreras Vázquez.Foto: Chiara Ghilardi.

“Por un lado está la leyenda del ermitaño que se quedo ahí después de que murió su familia en un accidente automovilístico, y por otro lado está la historia real, que no es así. Me gustaba que hubiera un mito y realidad, y me atraía también el tema del desorden mental, de alguien que se aísla y que busca en la naturaleza un refugio. En los últimos años de su vida este paraje donde él habitaba se empezó a transformar en un circuito de escalada. De hecho, esa gran piedra que hay a mano izquierda, yendo de Santiago hacia el norte, se llama 'La Furia del Ermitaño' y supuestamente ahí hubo encontrones con este ermitaño que veía que su refugio se empezaba a llenar de escaladores”, explica.

En cuanto a sus aspectos musicales, indica que La Furia del Ermitaño “profundiza en la idea de dramaturgia sonora o tímbrica. Según lo que leí, la esquizofrenia es la fragmentación del yo, entonces el esquizofrénico deja de poder administrar esa parte y aparecen las alucinaciones, las voces internas, el identificarse con un objeto, procesos que yo los imaginé tímbricamente como una fragmentación sonora”.

Registro histórico.

La partitura es para dos voces y ensamble de cuerdas, maderas, piano y percusión. Como la desarrolló en cuarentena, en casa, usó lo que tenía a mano: anillos, llaves e instrumentos de su hija, como panderos de juguete y un metalófono. “Así empezó a surgir una paleta de percusioncitas y se terminó de cuajar la idea de fragmentación, la que se manifestó musicalmente en una especie de construcción de instrumentos de percusión”, puntualiza. También el texto de la obra es fragmentario, con partes en primera y en tercera persona, además de secciones descriptivas, y en su investigación Contreras Vásquez revisó escritos sobre la esquizofrenia y de filosofía oriental, y documentales de hospitales siquiátricos.

El concepto de teatro sonoro guarda relación con su propuesta de dramaturgia tímbrica; una dramaturgia, indica, “que podría también manifestarse en aspectos netamente teatrales, que es el trabajo que está haciendo Carolina Sagredo, en el ámbito escénico, tanto con los textos como con el ensamble y las cantantes”.

Carolina Sagredo: “Todo trabajo con los compositores es un acceso al conocimiento”

Carolina Sagredo estuvo a cargo de la dirección escénica de Villancicos del Santo Niño de las Quemaduras de Andrés Núñez Mora, en noviembre pasado, en el XXX Festival de Música Contemporánea UC, y además ha presentado con la Compañía Teatro Hija de Rosa montajes como Retablo de Sodomitas y El Aumento de Georges Perec, que ha tenido funciones incluso en el extranjero.

Respecto de La Furia del Ermitaño, la directora teatral y actriz, revela que “hay proyecciones y materialidades que van a estar en el piso y que tienen que ver con el universo del que trata la obra de Manuel. Por ejemplo, impresiones de fotografías del ermitaño y de animitas, con una organización serial”. Para las proyecciones de textos que dialogan con las voces de las cantantes, desarrolló un sistema de arpilleras que se funden con la sala y generan texturas.

“Todo trabajo con los compositores es un acceso al conocimiento. Yo me sitúo desde la observación, la escucha y el tratar de entender cuál es la poética del compositor para desde ahí aportar cosas que tienen que ver con mi procedencia, que es el teatro, y que me permitan traducir ciertas ideas; llevarlas a la materia, por ejemplo, como objetos visuales”, explica.

Carolina Sagredo.

Carolina Sagredo, además, participará como actriz en escena en la otra obra que estrenará el Ensamble Taller de Música Contemporánea el 28 de julio, Fragmentos para Miguel, de Pablo Aranda. “Interpreto textos que son parte de la obra, materiales que seleccionó Miguel Ángel; los hago voz y cuerpo. Entonces es un personaje que interactúa, que dialoga con el ensamble, pero no a modo recitativo, sino más cercano a la performance, con acciones sonoras”, indica.

“Es un trabajo donde he puesto todo mi corazón y han sido bonitos los vínculos que se han ido formando. Es súper importante en un proceso creativo, porque son sensibilidades que se juntan. Yo he estado a entera disposición de lo que sugiere el compositor y del trabajo que ha hecho Miguel Ángel en su magíster; me sumo a eso, y voy participando creativamente. Es súper interesante, es como entrar a un universo de otra persona y desde ahí interpretar, proponer y generar comportamiento escénico”, revela.

Igualmente, la actriz confirma que “he seguido el Encuentro Internacional de Compositores y tengo una cercanía con el ensamble, en una primera etapa como espectadora, y que después se ha fortalecido con cada experiencia creativa. Es un ensamble que yo admiro mucho porque han logrado permanecer en el tiempo y siempre han estado tocando obras súper interesantes. Para mí, es un privilegio participar en este ejercicio mancomunado”, cierra Carolina Sagredo.

Pablo Aranda: “Fragmentos para Miguel es una obra que dialoga sonoramente con el cuerpo una de actriz y con una plataforma sonora que ella instala en una mesa”

Fragmentos para Miguel fue compuesta este año por Pablo Aranda, como parte del posgrado del violinista Miguel Ángel Muñoz. “Él hizo su magíster en interpretación en la Universidad de Chile y su tesis toma como pilares algunas obras icono para violín, como el Concierto Nº 1 de Brahms, o la Ciaccona de Bach, y versa sobre que la interpretación de música contemporánea necesita que el intérprete haya abordado un repertorio tradicional”, explica.

Miguel Ángel Muñoz.

En esta creación escénica, Aranda exploró diversos aspectos del violín dentro del contexto de cámara, en cuanto al trabajo del arco y el fraseo, en el Barroco, el Clasicismo, el Romanticismo y el Posromanticismo. “Además, esta obra toma como referente un discurso que pronuncia el cardenal Silva Henríquez en el período de la dictadura con respecto a la violencia y a cuestiones muy cercanas al cristianismo y que tienen sentido social, como el perdón, el olvido, la paz, el amor y la esperanza. Por esa razón, la obra mía trabaja con una actriz, que es Carolina Sagredo que participa pensando en que su presencia es un cuerpo también, con una suerte de instalación", explica el compositor.

Pablo Aranda. Foto: Carlos Arriagada.

La actriz, indica el académico de Música UC, "tendrá una mesa especialmente construida para la obra, donde hay objetos como copas, bolitas, arcos de cuerdas, y esas sonoridades van a dialogar con el ensamble. Ella no es la narradora clásica, sino que le da cuerpo sonoro a ese textos. Es una obra que dialoga sonoramente con ese cuerpo de actriz y con esta suerte de plataforma sonora que ella instala en esta mesa".

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