1 de julio de 2022
Estudio MusicAntigua UC estrena el martes 5 de julio un nuevo trabajo de rescate del repertorio barroco, en la 58ª Temporada de Cámara del Instituto de Música UC. Se escuchará una serie de suites para clavecín de François Dieupart (c.1667 - c.1740), compositor francés que se radicó en Inglaterra y que fue muy influyente entre sus contemporáneos, quienes lo conocieron como Charles Dieupart.
Este concierto se realizará a las 19 horas en el Auditorio del Centro de Extensión Oriente (Jaime Guzmán 3.300), con aforo completo de 240 personas y con inscripción gratuita aquí. Además, se transmitirá en directo en musica.uc.cl. Habrá, igualmente, un concierto de repetición a las 19 horas del miércoles 6 de julio, en el Centro Cultural GAM (Alameda 227), con inscripción aquí.
Actuarán Sergio Candia en flauta dulce, Juan Fundas en oboe barroco, Gonzalo Beltrán en violín barroco, Camilo Brandi en clavecín y Eduardo Figueroa, en archilaúd y guitarra barroca.
“Charles Dieupart fue un violinista, clavecinista y compositor nacido probablemente en París, cuyo nombre original pudo haber sido François. Alrededor de 1702 se trasladó a Londres, donde se estableció y participó activamente en la vida musical de la ciudad, destacándose su trabajo en el Teatro Drury Lane durante la primera década de 1700. Allí realizó conciertos por más de 20 años con algunos de sus coterráneos, tales como el virtuoso de la flauta dulce Jacques (James) Paisible y el oboísta y clavecinista Jean-Baptiste (John) Loeillet. Fue también un gran promotor de la música italiana y participó en la ejecución de música de Giovanni Bononcini, Domenico Scarlatti y, sobretodo, de Arcangello Corelli”, comenta Sergio Candia, codirector de Estudio MusicAntigua UC.
Sergio Candia. Foto: Gonzalo Beltrán.
En el programa “Dieupart, Suites de Clavessin Mises en Concert”, se escucharán cuatro de las seis suites para clavecín que el compositor francés publicó en Ámsterdam en 1701. “Esta publicación tuvo tanto éxito que él prontamente las reeditó en una versión para ser ejecutada por un pequeño conjunto instrumental. El título de esta segunda edición era Suites de Clavessin mises en concert. Particularmente, él mismo recomendaba que fuera con violín, flauta dulce en Re (llamada por los ingleses voice flute), con un archilaúd y una viola da gamba en el bajo continuo. Nosotros las interpretaremos bajo el mismo concepto, pero incluyendo obras de sus dos ediciones, es decir también una de las suites será ejecutada exclusivamente en clavecín. En las otras emplearemos combinaciones de los instrumentos indicados por Dieupart y que estaban muy en boga en las orquestas inglesas en donde él trabajó: el violín, la flauta dulce y el oboe”, detalla Sergio Candia.
Estimo y formato: veinte años antes que Couperin y 40 años antes que Rameau
Otro elemento muy interesante en torno a este compositor hoy olvidado es que se adelantó a su propia época en el ámbito del estilo. Lo explica el flautista: “Su música representa una exitosa reunión de los estilos nacionales más practicados en la época: el francés, italiano e inglés, característica que más de 20 años después François Couperin denominaría goûts-réunis, en 1724. Por otra parte, su publicación de las mismas suites para su ejecución con pequeño conjunto instrumental fue también otra innovación: la llamada mise en concert, con un adelanto de casi 40 años respecto de las famosas Pièces de Clavecin en concerts, publicadas por Jean-Philippe Rameau en 1741”.
Este proyecto se enmarca en una línea de trabajo que ha desarrollado largamente Estudio MusicAntigua, conjunto estable del Instituto de Música UC que el próximo año celebrará 30 años de trayectoria: dar cuenta de las diversas prácticas interpretativas del Barroco en el siglo XXI. Porque no se trata solamente de rescatar repertorio y ejercitar una interpretación históricamente informada, sino que también han reconstruido versiones de concierto, es decir, para varios instrumentos, a partir de partituras para instrumento solo.
“Efectivamente, podría decirse que representa una continuidad y expansión de esta misma línea de trabajo. De hecho, para esos otros proyectos nos inspiramos en la publicación que Dieupart hiciera de estas obras. Eso da cuenta de la plena vigencia e influencia de esta práctica en la época y en compositores tan relevantes como Bach, Couperin y Rameau”, apunta el director del conjunto.
En los conciertos del martes 5 y miércoles 6 de julio, se escucharán en la primera parte la Suite Nº1 en La mayor, en violín, oboe, flauta, guitarra barroca y clavecín, y la Suite Nº2 en re mayor, en violín, bajo continuo y clavecín, con algunos movimientos de teclado solista. Después del intermedio, se presentará la Suite Nº4 en Mi menor en clavecín solo, para cerrar con la Suite Nº3 en Si menor, con los cinco intérpretes.
“Ha sido un placer trabajar la música de este compositor, que no se conoce mucho. Antes de saber que íbamos a hacer este concierto yo había tomado como un desafío personal durante la pandemia la suite que voy a tocar para clavecín solo, la Suite en Mi menor. Es un trabajo que empecé hace un año y medio y que hice muy lentamente”, comenta el clavecinista Camilo Brandi.
Los aportes que hizo a la música François Dieupart a través de esta colección de suites tienen varias dimensiones. “En la historia de la música, Dieupart es recordado por su edición de seis suites para clavecín, las que fueron conocidas y copiadas por Johann Sebastian Bach; al menos las Nº1 y Nº6, en algún momento entre los años 1709 y 1714, y que influyeron en sus suites llamadas inglesas, es decir, las suites BWV 806-811, que fueron compuestas alrededor de 1715”, detalla el profesor Sergio Candia.
Sergio Candia: “La música de Dieupart es muy fina, con gran creatividad melódica y se disfruta mucho, tanto ejecutándola como escuchándola”.
La influencia de estas suites en las composiciones de Bach, explica Sergio Candia, “se evidencia particularmente en la Suite Inglesa Nº1 BWV 806, en La mayor, en cuya obertura hay una elaborada cita de la giga de la suite Nº1 de Dieupart, también en la misma tonalidad, La mayor. Más aun, en la obertura de la Suite Orquestal Nº2, BWV 1067 en Si menor, puede reconocerse tanto una influencia formal como temática procedente de la Suite Nº3 en Si menor de Dieupart, teniendo ambas en sus partituras originales una particular mención a la flauta”.
El flautista es enfático: “Esta música debe haber impresionado enormemente a grandes compositores del Barroco, tales como Bach, Couperin y Rameau, quienes en varias de sus propias obras imitaron e incluso citaron estas suites, más o menos literalmente. Realmente se trata de una música muy fina y formalmente muy refinada, con gran creatividad melódica y que se disfruta mucho, tanto ejecutándola como escuchándola”.
Camilo Brandi: “La inclusión de oberturas es algo que no se había hecho hasta ese momento para clavecín solo, y genera una sensación orquestal”
Lo complementa el profesor Camilo Brandi: “La inclusión de oberturas, con una parte lenta, una parte rápida y una parte lenta nuevamente, es algo que no se había hecho hasta ese momento para clavecín solo, y genera una sensación orquestal. De hecho, da la impresión de que al hacer esas músicas, Dieupart tenía un referente orquestal. Él debe haber gozado con la música de Lully, escuchando esas músicas orquestales y fastuosas, y debe haber decidido hacer una versión para teclado solo. Y después Johann Sebastian Bach se entusiasmó y lo hizo también, pero con una mucho mayor extensión, al estilo suyo”.
El clavecinista e integrante de Estudio MusicAntigua UC aplaude la filigrana del compositor francés: “Se nota inmediatamente que Dieupart tiene una formación muy seria, él maneja un contrapunto de voces que es propio de los compositores antiguos, propio de un saber hacer antiguo, pero a la vez tiene mucha innovación en sus tonos y en las formas que utiliza también, pues incorpora oberturas”.
Brandi destaca también otros aportes para la posteridad de François Dieupart: la expansión tonal que exhibe en sus suites para clavecín. “Generalmente los compositores trabajaban en un rango de tonos relativamente reducido, porque utilizaban ciertas afinaciones. Pero Dieupart amplía el uso de tonos a tonalidades mucho más lejanas, de manera que las afinaciones que se usaban en el siglo XVII no sirven para tocar su música. Y eso es bastante novedoso o vanguardista”, explica el profesor del Instituto de Música UC.
Una buena noticia es que el clavecín del propio profesor Camilo Brandi es completamente acorde con la estética de las piezas. Ese instrumento, que encargó a un taller cercano de París en 2003, tiene las características de lo que los franceses denominaban como “flamand ravalé”: clavecines de origen flamenco, es decir, es decir, influenciados por la famosa familia de constructores Ruckers, pero cuyo registro los galos agrandaban a su gusto a inicios del siglo XVIII.
“Es una lástima que no nos haya dejado muchas más obras. Están estas suites de clavecín, que hizo además una instrumentación de cámara, y aparte de eso tiene música para flauta y bajo continuo. Y sería todo. Es música muy buena”, asegura Camilo Brandi.
Por su parte, Sergio Candia destaca la oportunidad de volver a actuar en el GAM. “Emotivamente, es muy significativo, porque el primer concierto de cámara que se realizó en la sala A1 del GAM lo hicimos precisamente nosotros, con un concierto de música colonial combinada con música de un cantor a lo divino, Moisés Chaparro. Es un espacio al que le tenemos mucho cariño y en el que nos encontrábamos al menos un par de veces cada año con un público de seguidores fieles. Ojalá vuelva a producirse una experiencia feliz como aquellas”, cierra el flautista.
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